Agradecimiento

"La vida te da sorpresas,..." era el estribillo de una famosa canción de hace unos años, y en este caso nos va a servir para constatar que efectivamente las letras de algunas canciones están impregnadas de realidad.

Y viene esta introducción a raíz de la visita que el grupo de Patrimonio de mañana realizamos ayer al Parque Metropolitano Marisma de los Toruños y Pinar de La Algaida. Y es que en estos tiempos en los que parece que nada ni nadie funciona, en que se cuestionan los servicios públicos, y por ende muchas veces a quienes dan la cara en ellos, en este caso queremos usar este espacio virtual para dejar constancia, al menos en nuestro caso, que siguen existiendo personas en los lugares públicos capaces de transmitir una profesionalidad y un valor de su trabajo que transforma una actividad en un momento especial.

Desde el momento en que desde el centro se solicitó la visita, la respuesta, inmediata y precisa, que se nos da desde la administración del parque fue ejemplar. Todo enfocado a que esa visita estuviese adecuada a nuestras necesidades, temporales, personales y de contenidos. Una vez acordada qué bien sienta que contacten con uno para darnos consejos, que pudieran parecer simples (llevar loción anti mosquitos, valga como ejemplo) pero que te dan una idea de cómo se mima a las personas y/o grupos que les visitan, y que evidentemente influyen en el nivel de satisfacción final de esa visita.

Y por supuesto no queremos olvidarnos de nuestro guía, Antonio Villalpando. Un ejemplo de profesionalidad, sapiencia y capacidad de transmisión durante todo el recorrido, ya fuera de aspectos botánicos, históricos, industriales,... para todo había un detalle, una explicación... Y una capacidad de atención al grupo y cada demanda individual durante toda la mañana, que nos han llevado a plasmar estas líneas de agradecimiento, tanto a él como al resto del personal que atiende este parque. Ejemplos así debieran aparecer más en los medios, porque sigue habiendo personas enamoradas de su trabajo y capaces de transmitir ese amor, ese conocimiento, a quienes durante un rato nos acercamos a su lado y disfrutamos como niños de ese recorrido.

¡Gracias!